Mi vida se deshacía en cenizas como el cigarro entre tus labios, se esparcía vete a saber dónde y no la volví a ver. Entre tus labios solo quedaba el filtro naranja y maldije para adentro mientras mis partículas viajaban con el viento de levante. Me fuí tan lejos que no sé volver. ¿Qué voy a hacer si ya no soy raíz? ¿Qué voy a hacer si mi nombre se lo quedó el aire?
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