Y ahora que estoy dentro y pienso preguntas existenciales con desmotivante naturaleza de mi más pesimista subconsciente. ¿Quién soy?. ¿Acaso soy la chica de negro bajita que zanquea a tu lado por grandes ciudades llenas del bullicio que tantas veces nos faltó?. ¿Acaso soy la elegante dama que lleva en su moño todas las inseguridades y silencios de la tarde anterior?. ¿Puede que la morena singular de los viernes a las ocho y media, la que entre cerveza y cerveza flirtea y te mira desafiante?. Tampoco sabremos nunca si fui aquella del vestido de raso de flores que acabó en la esquina de tu habitación llena de miedos escondidos entre los condones. Sé que no soy aquella chica entre edredones alemanes con iluminación blanquecina en las mejillas. Nada queda de la que trepaba árboles y descendía montañas.
A veces pienso que todavía no soy nadie, que me transformo constantemente como la energía, me expando. Y a veces vuelvo, y te cuento las estrellas del revés, restando una a una todas aquellos egos fallidos del mes pasado. ¿A dónde pertenezco?, ¿quién me conoce? , ¿qué vas a hacer?. Y me relajo, destenso las
emociones y me expando, me uno con el aire y contamino Madrid. Sólo sé un poco más de mí por ti.

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