domingo, 20 de octubre de 2013

Nothing new.

Y la deriva fingida de este vaivén que nos rebota en la cara pero nunca explota. Y la cicatriz que nos hizo, y la cura que deshizo. Vamos a caer al río, al mismo de siempre.  Ella nunca tuvo que preocuparse por estas cuestiones, ni bajar a deshora, hasta hace poco ni a la hora. Ella correspondía, con ella digo otra, otra. Me silvan las ideas cuando fluyen las drogas, canciones de vida y tiempo; y las particulas danzan en cada segmento de ti. Verdean las pantallas y se sincronizan los lamentos, que aún no es de día, ni retiro. Me mojo los labios y desaparezco. A veces solo tengo dos cosas claras, a mí y al tiempo.

La historia de aquella que iba descalza por las calles es una de las historias mayor contadas, pero al final nunca nadie sabe nada de esa chica con la cerveza en la mano y el pelo en la cara. Todo el mundo sabe que llora sola, ríe acompañada y nunca come. Todo el mundo sabe que cruza en rojo, roba chorradas y quema papeles.  Con quién duerme, con quién habla, con quién sale. Y si os soy sincera no voy a ser yo quien os cuente otra cosa diferente. Café sin azúcar y golosinas rosas. Así es.


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